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16 marzo 2009

Hera


Zeus, que se había casado varias veces, decidió concluir sus continuos matrimonios y puso sus ojos en su hermana Hera, una de las diosas de la fecundidad. Un día de invierno, en el transcurso de una tempestad, se avcercó a su regazo en forma de cuclillo (es un cuco...). Al ser acariciado ppor l diosa, recobró su aspecto originaly se acostó con ella, bajo promesa de matimonio. Fruto de esta unión sería, al parecer, Hefesto, cuya deformidd física pronto fue objeto de constantes burlas or parte de los dioses, por lo cual Hera, avergonzada, lo arrojó del Olimpo sobre el mar.


Hefesto fue recogido por una ninfa que cuidó de él y, desde niño, se inició en el arte de la forja, llegando a dominar con tanta precisión el manejo del yunque y los metalesque un día regaló a su madre un suntuoso trono de oro provisto de unos lazos invisibles, de forma que cuando Hera se sentó en él quedó aprisionoada sin que nadie pudiera liberarla. Hefesto fue llamado entonces al Olimpo y deshizo los azos, siendo admitido de nuevo entre los dioses.


Tal como había prometido Zeus, se casó con Hera y del matrimonio nacieron tres hijos: Ares, Hebe e Ilitía. Hebe (juventud) era la encargada de las faenas domésticas del Olimpo y, hasta la llegada de Ganímedes, la escanciadora del néctar que bebían los dioses. Su actuación mítica básicamente se reduce a su matrimonio con Heracles. A Ilitía, por su parte, le fue encomendada la tarea de presidir los partos, de tal forma que ningún ser puede venir al mundo sin que ella esté presente.


Pese a su intachable honestidad, Hera sufrió el acoso de un mortal: el príncipe Ixion de Tesalia, que, después de haber asesinado a su suegro, no encontrabab a nadie que quisiera purificarlo de su crimen. Solo Zeus, compadecido, se avino a hacerlo incluso le invitó a degustar la ambrosia (era el alimento de los dioses, y confería inmortalidad). Tiempo después, Ixíon, borracho, pretendió yacer con Hera. Zeus formó una nube con la figura de su esposa, lo que no fue obstáculo para que Ixíon se uniera a ella, engendrando un hijo que, a su vez, sería el padre de los centauros, raza de se5res con cabeza y torso humano y el rsto del cuerpo de caballo. Para castigar tamaña osadía, Zeus encargó a Hermes que encadenara a Ixíon a una rueda; ésta, que no cesa de girar, representa el eterno castigo que merecen los impíos e ingratos.


Entre los centauros, destacaría, por sus virtudes y sabiduría, Quirón, maestro en diversas artes - música, caza, guerra y, sobretodo, medicina, a cuya morada acudían la mayoría de los héroes para recibir sus enseñanzas. El mito nos cuenta como Quirón murió accidentalmente: Heracles realizaba su cuarto trabajo y en su trayecto se albergó en el refugio de un centauro, que le invitó a comer; pero al destapar la tinaja de vino perteneciente a la comunidad su olor atrajo a los demás centauros, que atacaron furiosamente al héroe, quien hizo uso de sus flechas impregnadas en la envenenada sangre de la hidra de Lerna, cuyas heridas resultaban mortales. Unas de las flechas se clavó en el cuerpo de Quirón, que por ser inmortal pasaría la eternidad entre espantosos dolores producidos por las heridas incurables. Por aquel entonces Prometeo estaba encantado en el Cáucaso, y Zeus, compadecido de los sufrimientops de Quirón, accedió a sus súplicos y le concedió la muerte a cambio de la de Prometeo, que, perdonado obtuvo de este modo la inmortalidad.


Hera, la diosa representativa de la castidad y fidelidad conyugales, participó, sin embargo, en el primer certamen de belleza femenina del que se tiene noticia. En la boda de Tetis y Peleo (los padres de Aquiles), Eris (la Discordia) al no haber sido invitada a la ceremonia, arrojó entre las diosas una manzana - la manzana de la discordia -, al tiempo que pronunciaba estas palabras: "Para la más bella". Solo Hera, Atenea y Afrodita se disputaron el premio; pero Zeus, esposo de la primera y padre de las otras dos, no quiso intervenir y envió a Hermes con las tres diosas a ver al troyano Paris. Las diosas intentaron sobornar al joven: Hera, con la soberanía sobre Asia; Atenea, con el poderío de la guerra, y Afrodita, con el amor de Helena, la mujer más bella de Grecia. Paris se mostró má sensible a este último ofrecimiento y emitió su veredicto - el juicio de Paris - a favor de Afrodita, diosa del amor y esde entonces, también de la belleza. Este hecho, como después veremos, había de tener funestas consecuencias para la ciudad de Troya.




La información la he sacado del libro "Dioses y héroes: mitos clásicos" del autor Jesús V. Rodríguez Adrados, que me facilitó mi profesor de griego y latín. La foto es de google.

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